jueves, 19 de septiembre de 2013

Folklore


 Folklore




Folklore, palabra inglesa castellanizada, significa el conjunto de tradiciones y costumbres de las clases populares.
La provincia de San Martín, en especial la ciudad de Tarapoto, está representada por el folklore, sobresaliendo sus danzas y artesanías muy variadas, con influencia antigua de los “Lamistos”, descendientes de los Chancas (provincia de Lamas), los Suchiches, Cumbazas y Chazutinos (provincia de San Martín), heredando de ellos, una cultura viril, pujante y trabajadora, que a través de los años de existencia, no obstante, con el progreso de transculturación producida con la llegada de los españoles a la zona, no han podido ser erradicados, y parte de esta manifestación aún se mantiene con vigor y pureza.
La provincia de San Martín es heredera del saber y sentir de nuestros antepasados, sus cantos y músicas acompañados de su expresión corporal crean la danza mímica y el baile como formas de comunicación.
La Pandilla
Es una danza que constituye una expresión regional, ya que es bailada en todas las provincias. Es alegre, pícara y espontánea; sus pasos se caracterizan por saltos y otros movimientos alegres y contagiosos. Cualquier persona puede participar por la facilidad de sus movimientos.
El Chimaichi
Es una cumbia de la selva que se caracteriza porque se baila saltando.
La Danza De La Izana
Representa el tributo que ofrecen los pobladores a la Cañabrava, cuyo material se emplea para la construcción de casas, cercos, etc.
Fiestas
Las fiestas patronales son las más importantes, porque generan un gran movimiento social, donde se celebran las fiestas tradicionales del pueblo (con gente que acude de diferentes lugares), cultural (costumbres, comidas típicas), económico (comerciantes que garantizados en ferias venden sus productos a los asistentes) y recreacional (competencias deportivas, festivales, concursos).
La Patrona
Se celebra en julio, empezando el día 7, día del “albazo”, cuando la gente de los diferentes lugares de la ciudad sale a las calles, a tempranas horas del día, entonando y bailando la pandilla, siendo el punto de concentración: la plaza de armas. Desde el 15 hasta el 18 de julio, son las fechas en que finaliza la fiesta con el tradicional “caza del pato” y entrega del “voto”, a quienes tendrán la responsabilidad de organizar la fiesta patronal el año siguiente, en casa de los cabezones, calles y plazas durante todo el día y la noche, se goza inusitada e incansablemente, bailando “pandilla”.
La Fiesta De San Juan
Se celebra el 24 de junio de todos los años, en honor a Juan el Bautista, al cual va dedicado el plato típico “juane”, que representa su cabeza cortada, por petición de la princesa Salomé, hija de Herodías. Esta última es la esposa de Herodes, es así que el rey manda a capturar y decapitar a Juan. Esta fiesta se celebra en toda la selva, acompañada de pandillas, concursos de elaboración de juanes y se realizan salidas o paseos al campo.
Artesanía
La principal actividad artesanal de esta zona es la elaboración de cerámica, de fina y hermosa decoración. Destaca también la confección de sombreros, cestas y canastas en paja de bombonajes tallados en madera, raíces y semillas, así como las tarjetas de plumas de aves silvestres

Historia de tarapoto

Historia de Tarapoto - Reseña histórica




Tarapoto llamada también “Ciudad de las Palmeras” por dichas plantas que crecen en la zona; es una ciudad de progreso y desarrollo, cuya población tiene el sentimiento de surgir y salir adelante.
Tarapoto está provista de una cultura y una historia extraordinaria, es diferente a las demás; aparte de un clima agradable, de paisajes impresionantes, destacan la amabilidad de su gente, su tranquilidad, los excelentes potajes, entre otras características que dan distinción a este bello “paraje” de la amazonía.
Tarapoto es una ciudad en la que prospera el comercio, que se realiza mediante agua, tierra y aire: río Huallaga, aeropuerto “Cadete FAP Néstor Guillermo del Castillo Paredes” y la carretera “Fernando Belaunde Terry” (antigua marginal de la selva), respectivamente.
El análisis de la historia nos remonta a la época cuando los aguerridos Chancas, perseguidos por los Incas, hacen de la actual ciudad de Lamas, su nuevo hábitat y forman una extensa familia idiomática y cultural conocida como: Motilones Lamistas, fueron ellos los que en su búsqueda de alimentos bajaban al valle de Tarapoto, donde los guerreros y salvajes Cumbazas vivían dedicados a la caza y a la pesca entre el río cumbaza y la quebrada del Choclito.
Por entonces donde hoy se levanta la plaza Cabo Alberto Leveaú, llamada también parque Suchiche, existía la “cocha” o laguna del mismo nombre, cuyo vocablo proviene de Sustuchiches que era el nombre del grupo de Lamistas que inicialmente lo habitó.
La afluencia y fusión de familias de estos grupos étnicos en la “cocha” de Suchiche, a las que con el tiempo se sumarían otros grupos descendientes de los Chancas, Pocras e Incas, como Chimbinos, Atumpampas, y Patinos, devino en la conformación de un grupo reciente que estableció relaciones comerciales con los Lamistas, el cual con su progresivo crecimiento, no sólo motivó el crecimiento de la población nativa, sino, el establecimiento de las bases del gravitante rol que en el desarrollo socio económico de San Martín, habría de cumplir en el futuro la ciudad de Tarapoto.




Leyenda Sobre El Origen De Tarapoto
A la llegada de los españoles, existía el pueblo de los cumbazas en el valle de Tarapoto. Sus habitantes fueron exterminados por la guerra al oponer resistencia. Sobrevivió a este desastre una familia que asistió en la lucha.
Exterminados éstos, quedaron sus hijos (un varón y una mujer) refugiados en las colinas, el dios Apu se compadeció de los huérfanos, convirtiendo al varón en un fuerte y robusto toro y a la niña en una bella mariposa, los dos se refugiaron en los bosques del cerro escalera.
El dolor y la tristeza produjeron en ellos un llanto incontenible. El toro lloró tanto que sus lágrimas se convirtieron en el río Shilcayo. La hermosa y nativa mariposa bajó de las colinas a observar la ruina de su pueblo. Un arcabucero español quedó admirado de su belleza al mirarla y no dudó en cazarla, y herida la mariposa cayó a tierra convirtiéndose en la cocha o laguna de Suchiche que es el origen de Tarapoto.
Descubrimiento y Conquista
Se inició con el ingreso de los españoles en 1537, por el norte de nuestra región desde Chachapoyas hasta Moyabamba. Fue Hernando de Alvarado, hermano del conquistador Alonso de Alvarado, con el apoyo del cacique Huamán, quienes lograron dominar a los nativos de la zona. Alonso de Mecadillo irrumpió por este valle dirigiéndose hacia las montañas de Aypena, pasó al Marañón y a Amazonas, llegando al pueblo nativo de Machifalo, donde halló oro y riqueza.
Su paso por San Martín fue de horror, destrucción y muerte. La expedición de Pedro de Urzúa tuvo un corolario trágico con su muerte y la de su lugar teniente Juan de Vargas, el 01 de enero de 1561, no se ha ubicado con exactitud el lugar de la sublevación de Lope de Aguirre, pero puede deducirse por la trayectoria que llevaron que fue entre Villa Picota y el Pongo de Aguirre.
La expedición de San Martín de la Riva y Herrera para conquistar los Jíbaros, motilones y cumbazas de esta zona dio origen a la fundación de Lamas el 10 de octubre de 1656; Tarapoto fue la sede para la realización de esta conquista. De esa etapa brutal y heroica se ha conservado la tradición oral que refiere al origen remoto de nuestra ciudad.
Colonización
Después de la conquista continuó la colonización dirigida y ejecutada por los misioneros. A este episodio se le conoce con el nombre de las incursiones o etapa misional; Franciscanos y Jesuitas cumplieron misiones específicas: expansión de los hispanos en la selva, controlar las ambiciones territoriales portuguesas y de hecho, catequizar a los nativos de la región cumpliendo un papel castrense.
En el año 1769, el rey de España ordenó al virrey Amat y Junet, expulsar a los Jesuitas del Perú y en consecuencia de la amazonía peruana, así se hizo. Ésto motivó ciertos estragos en las organizaciones nativas agrupadas, como las reducciones de las mismas que trastocaron la vida y las costumbres, produciendo desconcierto y destrucción de la identidad nativa.
En el año 1739, se creó el virreinato de nueva Granada y tenía como audiencia a Quito. Por orden real, a esta audiencia se incorporaron las tierras de Jaén de Bracamoros, Maynas, Quijos, Sucumbios y Canelos.
Nuestra ciudad quedó bajo la jurisdicción de la audiencia de Quito durante 63 años hasta el rey de España, Carlos IV, el 15 de julio de 1802, quien ordenó mediante la cédula real, la devolución de los territorios cedidos. Los informes del gobernador de la comandancia general de Maynas, don Francisco de Requena, había ejercido un poder político admirable capaz de cambiar el sistema político y administrativo del virreinato de nueva Granada.
Durante la colonia, Tarapoto conjuntamente con Lamas y Moyobamba sirvieron de centro de irradiación colonizadora, religiosa, administrativa y cultural de esa época. También como núcleo de explotación nativa en los obrajes, reducciones y como bestias de carga. Por su ubicación estratégica Tarapoto fue la sede de la colonización de la selva norte (Maynas) “camino forzado” para ingresar a la zona.
Fundación Española
Se ha explicado anteriormente que a la llegada de los españoles a Tarapoto, el valle estuvo habitado por nativos, cumpliendo con lo establecido por las normas para la fundación de ciudades españolas, como eran tierras para el cultivo, agua, clima benigno y pobladores, se procedió a la fundación de ciudades.
El obispo de Trujillo, don Baltasar Jaime Martínez de Compagnón y Bufanda, en la visita pastoral a su diócesis, partió de la ciudad de Trujillo el 20 de julio de 1782 siguiendo la ruta de Chachapoyas, Moyobamba y Lamas. Al llegar al valle de Tarapoto, reunió a todos los grupos nativos dispersos y con ellos fundó la ciudad española de la Santa Cruz de los Motilones de Tarapoto, el 20 de agosto de 1782, bajo la jurisdicción del Curato de Lamas y la Diócesis de Trujillo; en honor a ella se construyó la iglesia o parroquia de la ciudad de Tarapoto.
Habitaban por entonces, cumbazas a la orilla de la quebrada Choclito y Amurarca (esta última en la actualidad ya no existe); Pinchis en la parte alta de la ciudad y en las márgenes derecha e izquierda del río Shilcayo; Sushiches o Sustuchiches residentes en el barrio de su nombre, a orillas de la concha o laguna de suchiche; Muniches y Antables en el actual Barrio Huayco hasta la zona de Santa Rosa.
Al parecer, lo que fundó Martínez de Compagnón, no fue una ciudad sino un Curato dependiente de Lamas. Para la época, Tarapoto era un pequeño conglomerado de nativos residentes en su mayoría en el pequeño poblado de Cumbaza, la actual banda de Shilcayo, en la rivera de la quebrada del Choclino y otro a orillas de la cocha de Suchiche